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Problemas de Falta de atención

La atención es un fenómeno multidimensional (atención selectiva, dividida y sostenida) en el que están implicados procesos que se dan a diferentes niveles como el conductual, el fisiológico, el cognitivo y el fenomenológico. Además está relacionada con facetas muy variadas como la selección de la información, la competencia entre tareas, la capacidad para concentrarnos en actividades de larga duración y la preparación para la acción dentro del Paradigma Cognitivo, es decir del conjunto de conocimientos que actualmente, la comunidad científica acepta como idóneos y actualizados al momento evolutivo de esta ciencia – la psicología-, se acepta que la atención tiene tres dimensiones:

La atención selectiva:
Seleccionar un estímulo entre varios que en ese momento no son relevantes para la tarea.
La atención dividida:
Cuando la situación exige dar respuesta a varios estímulos simultáneamente.
La atención sostenida:
Es la encargada de mantener los procesos atencionales durante periodos de tiempo largos. Es la concentración.

Por otro lado, la atención tiene las siguientes características:

Amplitud:
Es la cantidad de información y el número de tareas que se pueden realizar simultáneamente. Dos de los problemas más frecuentes que se pueden dar aquí son los de ensanchamiento y estrechamiento. Es decir, foco de la atención excesivamente ancho y excesivamente estracho respectivamente.
Intensidad:
Es la cantidad de atención que prestamos a una tarea.
Oscilamiento:
Consiste en cambiar la atención de un estímulo a otro porque la/las tareas así lo exijan. La rapidez en este cambio puede ser un indicador de la flexibilidad. Aquí los problemas más frecuentes son que el cambio sea excesivamente rápido o excesivamente lento.
Control
La atención puede ser libre o controlada. En el primer caso es cuando la atención no se dirige a un fin específico y en el segundo cuando sí hay un fin específico y se tiene la sensación de esfuerzo.
Clases de refuerzo, Pedagogía, Logopedia, Psicología

Cabe decir que cuando hablamos de atención podemos estar refiriéndonos a:

Un rasgo:
es característico de personas que son distraídas, pero que eso no supone un peso o traba a la hora de llevar a cabo sus actividades.
Un estado:
se da cuando una persona pasa por un trance o acontecimiento se bloquea mental y fisiológicamente. Suele corresponder con estados de preocupación intensos y/o trastornos (p.ej.: estados depresivos).
Un trastorno:
el sujeto está limitado por una alteración psicopatológica de sus funciones psicológicas relacionadas con la atención (p. ej.: Trastorno por déficit de atención)

Es en este último caso donde es más necesaria una intervención específica para restablecer el funcionamiento correcto, dado que cuando se trata de un rasgo no reviste gravedad y cuando se trata de un estado la intervención es indirecta apuntando a las causas que motivan dicho estado. En el caso de un trastorno atencional, se debe de tener en cuenta:

  • Si se trata de un problema de atención selectiva, dividida, sostenida (concentración) o de ambas.
  • Si dichas dificultades atencionales se dan en el canal auditivo, visual o en ambos.
  • Como se manifiestan dichas dificultades con y sin distractores.
  • Y, finalmente, si existen otras alteraciones que hayan de tenerse en cuenta.

Entre las alteraciones que más condicionan el funcionamiento atencional están las llamadas Funciones Ejecutivas que están en relación con los circuitos cerebrales que dirigen al resto de funciones cognitivas. Son, utilizando una analogía de Thomas E. Brown: . . . el director que dirige a la gran orquesta que es el resto del cerebro humano. Llamamos funcionamiento ejecutivo a la capacidad para regular el esfuerzo mental para mantenerse atento a una tarea, a la autoregulación emocional, a la capacidad de inhibición de los estimulos irrelevantes para esa tarea, a la planificación y organización de las metas y objetivos, a su distribución en función de tiempo y actividades y en definitiva a la flexibilidad mental para la logra culminar con éxito las tareas.

En la práctica y remitiéndonos a uno de los desordenes más comunes y característicos que cursa con dificultades atencionales y de concentración: el Trastorno por déficit de atención (TDA), los síntomas suelen ser:

  • Baja capacidad de concentración.
  • Poca persistencia en las tareas largas y que requieren un esfuerzo.
  • Desorganización.
  • Olvidos y despistes.

Este subtipo del TDAH (Inatento) suele ser más evidente a partir del del segundo o tercer ciclo de Primaria o incluso en Secundaria. Se da en ambos sexos y las dificultades se encuentran más en el rendimiento académico que en la conducta. Suele decirse de ellos que están en las nubes, que sueñan despiertos o simplemente que son vagos y no están motivados para estudiar.

Este subtipo suele pasar desapercibido en clase porque no dan problemas de conducta que interfieran en la dinámica escolar, familiar o social. Es una causa muy frecuente de fracaso escolar, ya que en la Educación Secundaria no pueden seguir las demandas de organización, planificación y autonomía que en esta etapa se demandan.

Extractado de:

  • La atención. María Dolores Castillo Villar. Ediciones Pirámide. Madrid 2009
  • Análisis y valoración de algunos patrones diagnósticos diferenciales en los subtipos de TDAH. Ángel R. López Calzón. Departamento de psicología evolutiva y del desarrollo. Tesis doctoral. Universidad de Oviedo 2012